En dos palabras: marihuana legal / LizyLoloy
El jueves diecinueve de noviembre del año dos mil veinte, se aprobó en el Senado de la República el uso “adulto” de la marihuana, proponiendo la expedición de una Ley y la creación de un Instituto que la regule. Este proyecto tiene varios puntos muy interesantes a analizar:
El principal argumento que se tenía para no legalizar el uso de la marihuana era el grave daño que causa a la salud, el cual no fue argumento suficiente, ya que existen otros factores que causan mayores afectaciones a la salud y son legales y de acuerdo al Dictamen aprobado,seguirá siendo un problema de salud pública la prevención y tratamiento de las adicciones relacionadas con la marihuana.
Dentro de los aspectos dignos a resaltar, se puede mencionar que se trata de un asunto que tiene discutiéndose más de cuatro años, se sustituyó el término “lúdico” por el de “adulto” en autoconsumo, el cual comprende los actos de siembra, cultivo, cosecha, aprovechamiento, preparación, portación, transportación y consumo del cannabis psicoactivo (alteración en el sistema nervioso central).
Se propone también que se borre el registro de los respectivos antecedentes penales de las personas procesadas o sentenciadas y encuadren en los supuestos en los que será permisible el uso adulto de la marihuana
Entre las cantidades permisibles, se establece que se podrá vender a una persona diariamente hasta 28 gramos para su consumo personal, que en el domicilio se podrán sembrar hasta 6 plantas de cannabis y se permitirá la distribución de los productos derivados de dichas plantas.
Atención especial merece el hecho de que se podrá vender marihuana en establecimientos autorizados, lo que podría generar inquietud en la sociedad respecto al acceso que pudieran tener los menores de edad a esta droga; sin embargo, se seguirán las reglas respecto al tabaco: no se podrá vender a menores de edad ni se podrá consumir en lugares públicos.
Esta cuestión relacionada con la venta no debe causar alarma, ya que en países como Canadá que, cuando se legalizó el consumo, se creyó que la venta de la marihuana sería un negocio redondo, en realidad no fue así y probablemente lo mismo pasará aquí en México.
Es muy importante destacar, y sin afán de que suene a defensa de la legalización de la marihuana, que no se pretende fomentar o invitar a la población en general al consumo de la misma, sino que lo que se busca es tener mayor apertura respecto a los posibles beneficios y daños que pueda causar, regular su venta y distribución y de esta manera controlar el consumo irracional de esta hierba.
Sustancias como el alcohol y el tabaco son legales y eso no significa que el 100% de la población las consuma habitualmente o las haya probado, aún cuando se encuentran al alcance de cualquier persona.
Por último, no se debe olvidar que todavía falta la aprobación de la Cámara de Diputados y la sanción presidencial, por lo cual no se puede decir que la marihuana ya sea legal, falta algún tiempo todavía, pero tal y como lo dijo Jesusa Rodríguez es un gran avance en el respeto a la autonomía personal, regulación de los derechos humanos, construcción de la paz, justicia social y hasta para la reactivación del campo, al regular una actividad que no podemos negar que existe pero de manera ilegal.
Hay que ver cómo se van dando las cosas en la Cámara de Diputados y esperar que pasen los tiempos establecidos en el Dictamen para establecer una postura respecto al polémico tema.